El Infinito en la Palma de la Mano
Se trata de una historia basada en los cuentos que alguna vez a todos nos han contado (valga la redundancia), pues todos nos hemos interesado alguna vez en saber de dónde se originó el primer hombre y la primera mujer existentes en este mundo.
Este libro, de la escritora nicaragüense Giconda Belli, precisamente trata de explicarnos el origen del primer hombre y la primera mujer (Adán y Eva) existentes en la Tierra, quienes desobedecieron las ordenes de Elokim (Dios en este caso).
Los primeros capítulos se tratan de Adán que Adán no sabís dónde estaba ni quién era, empezó a nombrar todas las cosas sin saber cómo lo sabía; sin embargo se sentía sólo y sin ninguna compañía en aquel hermoso, pero solitario paraíso y fue entonces cuando Elokim pensó en hacerle compañía con la creación que sacó de su propia costilla: la mujer (Eva).
Elokim advirtió a Adán que podian andar por todo el paraíso y comer lo que se les antojara, a escepción del árbol de Conocimiento del Bien y del Mal.
Caminaron Adán y Eva, nombrando todo con lo que se encontraban. A Eva le llamó la atención un árbol en específico: el árbol del Conocimiento del Bien y del Mal. Adán no quiso que se acercaran por la advertencia que le había hecho Elokim, pero Eva insistía en hacerlo, él solo la veía de largo, viendo lo curiosa que era. Y ahí fue donde se encontró con la serpiente la cual la incitaba a comer el fruto prohibido (en este caso eran higos). Le decía que era algo inevitable y que ellos deberian hacer porque ya estaba previsto.
Eva se vio tentada, pero no accedió de inmediato. Se fue con Adán pero muy pensativa en lo que la serpiente le habían dicho. Él no estaba muy seguro de lo que Eva le contó sobre lo que dijo la serpiente, pues si Elokim le había advertido a Adán era por alguna razón.